Nuestro cuerpo, y más en concreto nuestra boca, nos envía señales cuando siente que algo no marcha como debería. Aun cuando realicemos las dos visitas anuales recomendadas a nuestro dentista, es importante que estemos atentos a dichos síntomas para prevenir diferentes patologías y acudir inmediatamente a nuestro especialista para ponerle remedio.
A continuación, enumeraremos algunos de los síntomas más habituales que nos deben hacer acudir a la clínica sin demora:
Si percibimos que el color de nuestras encías cambia, que sufrimos dolor o incluso que estas llegan a sangrar, es muy probable que estemos recibiendo señales de una enfermedad periodontal: gingivitis (o en caso de ser más grave, una periodontitis). Actuar con rapidez es clave para evitar daños en la estructura ósea.
El mal aliento es algo que mucha gente sufre en algún momento de su vida. Pero si vemos que se repite de forma periódica, es muy probable que haya algún problema en nuestra cavidad oral.
Estos problemas pueden venir causados por distintas razones:
Las caries pueden ocasionar dolor en los dientes, aunque hay muchas otras razones como por ejemplo por la inflamación de las encías, por hipersensibilidad dental, infecciones…
Las últimas muelas en erupcionar son las conocidas como muelas del juicio, en ocasiones pueden estar impactadas en el hueso, con lo cual se pueden presentar síntomas como dolor, irritación, inflamación o mal aliento.
En caso de que estés sufriendo dolor en la zona de las muelas de juicio, es recomendable que acudas a tu odontólogo para comprobar su causa.
En esta ocasión nos centramos en la articulación que se encarga de conectar la mandíbula al cráneo. En caso de que no esté en buen estado, puede darse un desorden en la misma que ocasionará dolor bajo el área auricular, sonidos al abrir la boca, dolor muscular, etc…