Por lo general, cuando notamos un bulto en el labio o debajo dela lengua, solemos pensar que estamos ante una llaga. Pero no siempre es así.
Puede darse el caso de que dicho bulto provenga de una acumulación de líquido salivar, denominada mucocele.
El mucocele está localizado en la zona más profunda de nuestra piel, cubierto por una gruesa capa de tejido y suele aparecer en la parte interna del labio inferior, aunque puede darse en otras zonas de la cavidad bucal como en el labio superior o la lengua. Afortunadamente, no es doloroso en la mayoría de los casos.
El origen del mucocele suele deberse a algún tipo de traumatismo o golpe, como puede ser por ejemplo, mordernos el labio de forma accidental.
A consecuencia de esto, se produce una pérdida de saliva que provoca la acumulación de la misma. Lo que origina el bulto que percibimos.
La forma más habitual de curar un mucocele es sencillamente dejar que el propio cuerpo lo reabsorba con el paso del tiempo.
Lo habitual es que varíe su tamaño con el paso de los meses y que no requieran de ningún tipo de tratamiento, pero en casos concretos que afecten a nuestro día a día (por ejemplo, molestando al comer) y se mantengan de forma crónica, será necesario extirparlo a través de técnicas quirúrgicas.
Dichas técnicas pueden ser por ejemplo, practicando una incisión en la base del bulto para eliminar la mucosa y a continuación suturar la zona. O también puede tratarse a través de técnicas láser. Siempre con anestesia local.
El mucocele no es fácil de prevenir, ya que suele provocarse por golpes accidentales.
En caso de que estés sufriendo uno, es importante que no lo presiones o muerdas, y siempre es recomendable visitar a tu odontólogo para que realice un examen detallado.
Con todo, estamos ante un problema de escaso impacto en la población (lo sufre únicamente entre un 0,4% y un 0,8%), por lo que se trata de una lesión poco común.