Una de las cirugías más habituales en nuestra boca es la extracción de las muelas del juicio. Estas molares son los últimos dentro de nuestra cavidad bucal y se ubican a los lados de nuestros maxilares, siendo además los últimos dientes en aparecer, por lo general cuando rondamos los 18 años de media.
A lo largo de años de evolución nuestra mandíbula se ha acortado, y eso ha hecho que en ocasiones nuestras piezas dentales (normalmente 32 contando las 4 muelas del juicio) no tengan el espacio necesario para erupcionar, algo especialmente notable en estas muelas de juicio.
Es importante tener en cuenta que lo mejor es valorar cada caso individualmente antes de realizar la extracción, y no llevar a cabo la cirugía como regla general.
Cuando estas muelas surgen torcidas, pueden llegar a provocar apiñamientos dolorosos o dañar otros dientes. Por este motivo una buena recomendación es acudir a un profesional para que valore si es necesario o no extraer las muelas del juicio cuando estas comienzan a erupcionar. De esta forma podemos evitar problemas mayores.
Otras causas que llevan a la extracción de los cordales son: inflamación de las encías, caries, enfermedades bucales o cuando existe un quiste o tumor.
Para realizar la extracción de las muelas del juicio, se recomienda anestesia local o general. Tras finalizar el proceso deberemos morder una gasa durante unos 45 minutos para detener completamente el sangrado, habiendo casos en los que sea necesario coser la herida o la toma de antinflamatorios o antibióticos.
El proceso es rutinario y no tiene que afectar a nuestra mordida. Sólo será necesario acudir nuevamente a nuestro especialista en los casos en los que la inflamación o el sangrado se mantengan más tiempo del indicado por tu dentista o si tenemos fiebre tras la extracción.
Con todo, y como hemos mencionado anteriormente, existen muchísimas personas que viven con las cuatro muelas del juicio con total normalidad y jamás han tenido ningún problema. Incluso han nacido niños que directamente no poseen estas muelas, lo que muestra un detalle en la evolución.
Lo importante es no estigmatizar a nuestras muelas del juicio, acudir a revisión cuando aparezcan y proceder a su extracción sólo en caso de necesidad.