Adquirir buenos hábitos de higiene bucodental desde las edades más tempranas es algo fundamental para evitar que nuestros hijos desatiendan estas necesidades básicas. Sólo de esta forma estaremos previniendo futuros problemas como pueden ser las caries.
En los niños más pequeños, es clave acompañarlos a realizar su proceso de higiene bucal cada día después del desayuno. Los padres podrán de esta forma ayudarles con indicaciones, evitar cualquier problema y mostrarles cuál es la mejor forma de realizar el cepillado. Como en todo en la vida, transformar este acto en una rutina que llevemos a cabo siempre a la misma hora, ayudará a su asimilación y a no dejarla en el olvido.
Otro cepillado de especial relevancia es el que hacemos por las noches antes de irnos a dormir. Hemos de tener en cuenta que durante las horas de descanso nuestro organismo produce menos saliva con lo que nuestra boca queda más expuesta a las bacterias y, por tanto, a unas posibles caries.
Para el cepillado es muy recomendable usar un cepillo bien adaptado a la edad del niño, a ser posible ergonómico que ayude al fácil manejo del mismo.
Una buena forma de introducir este tipo de rutinas, en principio no demasiado atractiva para los niños, es mediante el juego. Evita siempre que el cepillado de dientes se convierta en una imposición aburrida. Para ello ayúdate de cepillos de dientes con dibujos o colores divertidos, y acompáñalos siempre tratando de hacer de esos minutos un rato entretenido.
Al trabajar en una correcta higiene dental en niños no sólo debemos vigilar el proceso de limpieza y cepillado. También debemos habituar a nuestros hijos a llevar una dieta sana y lo más libre de azúcar posible. Recuerda que algunos de los azúcares más peligrosos para nuestros dientes se encuentran precisamente en los caramelos que tanto gustan a los más pequeños. Para ayudar a la prevención de problemas, hemos de acostumbrarlos a realizar un cepillado después de comer cualquier tipo de gominolas o dulces.
Para las comidas que realicen durante las horas de clase, nuestra recomendación es incluir siempre una pieza de fruta y evitar bollería industrial, ya que no solo resulta perjudicial para nuestros dientes, si no que afecta a nuestro organismo de forma negativa en muchos aspectos.
Comer como postre una manzana ayuda a generar saliva y por tanto a eliminar los ácidos que causan caries. No es el sustituto de un cepillado, pero si puede ayudar al niño a prevenirlas en esos momentos en los que no tenga acceso al cepillo de dientes.
Y por supuesto, nunca pospongas la visita a tu odontólogo para el momento en que los niños hayan desarrollado algún tipo de problema. Acude de forma periódica a revisión para prevenirlas antes de su aparición, además de esta forma ayudarás a que los más pequeños se familiaricen con su médico desde pequeños, evitando así el miedo a visitar al dentista.
En definitiva, inculcar a nuestros hijos la importancia del cuidado bucodental es algo que debe cimentarse desde edades tempranas y con dos pilares básicos: la rutina de higiene en casa y una alimentación sana libre de azúcar.