Cuando la salud dental se resiente, uno de los principales avisos que tiene nuestro cuerpo para hacérnoslo notar es el dolor.
Este dolor se produce habitualmente a causa de un desgaste en la superficie del diente o por la retracción de la encía.
En estos casos la pulpa, que es donde encontramos tanto los nervios como los vasos sanguíneos, queda expuesta a los estímulos externos, lo que trae consigo esa sensación tan dolorosa.
Sin duda, el motivo más habitual que causa dolor en los dientes son las famosas caries y sus temidos dientes picados, como se denominan de forma coloquial.
Las caries se originan cuando las bacterias alcanzan la capa interior del diente, pudiendo afectar a la dentina en primera instancia o incluso al propio nervio si no se trata a tiempo.
Para evitar estos problemas, es esencial detectar la caries antes de que se desarrolle. En caso contrario podría ser necesaria una endodoncia para que el paciente conserve la pieza dental.
Otra causa habitual del dolor dental es la denominada hipersensibilidad o hiperestesia dental, que ocasiona un dolor punzante, intenso y localizado cuando el diente es sometido a estímulos como el calor, frío, sabores dulces, etc…
El dolor que sentimos tiene lugar cuando los poros de la dentina se abren, lo que deja a la raíz del diente ligeramente expuesta.
Unos buenos hábitos de higiene y alimentación pueden ayudar a reducir la hipersensibilidad, pero además existen tratamientos dentales que favorecen la desaparición de la misma.
En ocasiones, tras un blanqueamiento dental, podemos sufrir de una mayor sensibilidad en nuestros dientes durante os días posteriores al tratamiento.
Se trata de casos temporales que terminan desapareciendo al poco tiempo.
Aun así, si la molestia no remitiese, es necesario visitar a nuestro dentista para que haga un estudio del caso y encuentre su solución.
La ortodoncia, como bien sabemos, conlleva el uso de aparatos durante largo tiempo, que por regla general implica dolor en los dientes mientras estos cambian su posición y se adaptan.
En estos casos podemos encontrar tanto brackets convencionales como otros métodos más discretos como el conocido Invisalign.
El bruxismo, ocasionado normalmente por el estrés, nos lleva a hacer entrechocar nuestros dientes maxilares superiores e inferiores con fuerza, especialmente durante las horas de sueño.
Esto genera una tensión en la mandibula que termina provocando fuertes dolores de muelas.
Por último mencionar otros casos en los que podríamos estar sufriendo dolores dentales, como por ejemplo la aparición de las muelas del juicio, casos relacionados con nuestro estilo de vida e incluso algunos procedimientos y tratamientos muy concretos.